Las vacaciones han llegado a su fin. La vuelta al cole se ha impuesto en todo el país, con el regreso de los más pequeños a las aulas de infantil, primaria y secundaria. Poco a poco los días comenzarán a acortarse, se impone la noche y el verano quedará como un recuerdo en el pasado. Arranca el nuevo curso y es importante prestar atención a tus hijos si has hecho una mudanza en verano.

Durante estos meses, los días son más largas, hay días libres para padres e hijos y ausencia de deberes. De ahí que sea una de las épocas favoritas para realizar un traslado de residencia. Es un proceso bastante complicado, porque los adultos tendrán que adaptarse a un nuevo puesto de trabajo y los pequeños a un nuevo colegio, nuevos compañeros y nuevo ambiente.

Una etapa en la que los adultos llevamos mejor, pero los niños pueden tener bastantes problemas de adaptación. Como responsables del cambio, los padres tendrán que acompañar a los hijos en este periodo de transición. Si quieres conocer más detalles, te invitamos a conocer todo lo que necesitas sobre la vuelta al cole de los niños en Mudanzas Cano.

Cómo llevan la vuelta al cole los niños después de una mudanza

El dialogo es fundamental para los más pequeños. Hay que exponer a los niños el proceso de la mudanza para que vean poco a poco como su hogar comienza a vaciarse. Encarar esa realidad es un aspecto clave de adaptación en el futuro. Para ayudarles, prepara lo primero su habitación en el nuevo hogar. Así se sentirán a salvo con todos los objetos personales que tendrás que saber bien donde están al llegar a tu nuevo hogar.

Incluye a los niños en el proceso de la mudanza para que se sientan participes de este suceso tan importante. Visita tu nuevo hogar con tus hijos, empaquetar juntos, elegir su habitación e incluso su decoración. Así los niños se sentirán más comprendidos y podrán adaptarse mejor a la vuelta al cole. Lo cual ya supone un gran cambio año tras año, y se incrementa con el cambio de colegio y compañeros.

Este proceso se complica si las mudanzas son de larga distancia, tanto nacionales como internacionales. Las del mismo territorio geográfico son menos impactantes para los niños al no existir barreras lingüísticas. Algo que puede ser más complicado en el caso de mudarte a un lugar extranjero y tener el hándicap del cambio de idioma.

Ante la vuelta al cole, instaura una rutina. Que toda la familia adopte los mismo cambios y horarios tan rápido como sea posible. Y no olvides (si es posible) visitar tu antiguo barrio o ciudad. Ese contacto con su ambiente, vecinos y amigos, pueden ser muy beneficiosos para los pequeños.