Cuando iniciamos el proceso de mudanza, son muchas las cosas que puedes tener en tu cabeza. Trasladarte a tu nuevo hogar no es una tarea sencilla y a veces queremos hacerlo todo a pesar de no estar preparados para ello. Evitar lesiones es algo fundamental si no quieres entorpecer el trabajo de tu familia, tus amigos e incluso de los profesionales asignados a esa mudanza.

Para sobrevivir al proceso de una mudanza necesitas prevenir molestias, dolores, distensiones y esguinces. Intenta realizar movimientos que no supongan un gran esfuerzo, ni cargar grandes pesos. Pero como os contábamos la semana pasada, desde Mudanzas Cano tenemos otra lista de consejos para evitar lesiones durante la mudanza, ¿continuamos?

Cómo podemos evitar lesiones durante una mudanza

– Consigue ayuda: muchas de las lesiones que ocurren durante una mudanza, es porque intentamos hacer todo el trabajo nosotros solos. Habitualmente levantamos objetos demasiado pesados, grandes y voluminosos para una sola persona por sí misma. Busca ayuda de amigos, familiares o servicios de profesiones y equipos de mudanzas para ese tipo de acciones.

– Elevación adecuada: la carga de pesos y su elevación, suponen una gran parte de las lesiones. Para ello tienes que emplear las técnicas adecuadas con las que evitarás lesiones. Levanta la carga con las piernas, no con la espalda y siempre con movimientos lentos y suaves. Mantenla siempre cerca del cuerpo y si giras bruscamente ten cuidado ya que puedes dañar tu espalda.

– Descansos recurrentes: aunque tengas prisa por realizar tu mudanza, tendrás que tomártelo con calma. Dedica un tiempo fundamental a descansar a lo largo del día. Puedes aprovechar para tomar un tentempié, reponer fuerzas y mantenerte hidratado. Sino llegarás al final del día demasiado cansado para continuar al día siguiente.

– Terreno irregular: cuando llevamos una caja de mudanza de un sitio a otros, tenemos que prestar atención al terreno irregular. Eso se refiere a escaleras, grietas, desniveles o suelos irregulares. Pueden ser un peligro potencial al desplazarte que te haga caer. Un mal paso supone una torcedura de tobillo, un esguince y que toda la carga pueda acabar rota.