Tal vez una de las mayores preocupaciones que tenemos al iniciar una mudanza, es saber que nuestros objetos personales llegarán sanos y salvos a su destino. Tenemos a nuestro alcance todos nuestros bienes y el mayor deseo de los clientes, siempre es que estén en perfectas condiciones cuando desembalan las cajas. ¿Qué ocurre con objetos de gran fragilidad?  ¿cómo llevamos a cabo el traslado?

Cuando estamos hablando de vestimenta de armario, peluches, ropa de cama y demás; no existen inconvenientes. Tampoco con libros, estanterías y otros artículos que no se deterioran e incluso son blanditos. La verdadera atención se centra en esos objetos de gran fragilidad que se pueden romper durante el traslado. Desde el blog de Mudanzas Cano te explicamos qué objetos deben tener un cuidado especial durante la mudanza.

¿Qué tipo de objetos son de gran fragilidad durante la mudanza?

¿Qué objetos tienen máxima fragilidad en tu hogar? Estamos hablando por ejemplo de vajillas completas, cristalerías, cerámicas, lámparas, espejos o cristales. Son algunos de los más comunes y que requieren nuestra atención. Además, pueden tener un valor sentimental por ser regalos especiales de tus seres queridos, lo que incrementará su fragilidad.

Aunque la ropa no supone una gran inquietud, hay trajes o vestidos que requieren un cuidado especial. Abrigos de piel, zapatos de piel, vestidos para ocasiones especiales o bolsos de diseño, son algunos de ellos. Tendrás que empaquetarlos de la manera correcta para evitar desperfectos, pero también avisar al personal de la mudanza después de hacerlo.

Un cuidado especial tiene por ejemplo las joyas y obras de arte (de las que ya os hemos hablado en otro post). Necesitas tomar todas las precauciones para que no se pierdan, estropeen o se manchen. No querrás desembalarlas y ver que hay ocurrido una desgracia durante el traslado. Si te mudas al extranjero, quizás tengas que hacer más papeleos y declararlas en la aduana al tratarse de objetos de valor.