Ya sabemos que las mudanzas generan bastante estrés. Queremos que todas nuestras cosas lleven en perfecto estado a tu nuevo hogar, y a veces no se consigue tan fácilmente. La semana pasada os dimos a conocer las mudanzas compartidas, una practica cada vez más habitual en nuestra sociedad. Una forma de reducir gastos siempre que el origen y el destino sea el mismo.
Es posible que durante la planificación de una mudanza compartida puedan surgir dudas. Al final es una aventura arriesgar a compartir una mudanza con un extraño. De ahí que desde Mudanzas Cano te demos a conocer sus ventanas e inconvenientes. Porque como todo en la vida, tiene su lado bueno y su lado menos bueno. ¿quieres descubrirlo con nosotros?
Ventajas y desventajas de las mudanzas compartidas
Las ventajas que manejamos en este caso son muy claras. La primera es económica ya que nos permitirá ahorrar en los gastos de la mudanza. Por norma general un 50% ya que dividirás los costes de transporte con el otro cliente. Cuantas más personas compartan la mudanza contigo, menos serán tus gastos.
Otra ventaja del servicio de mudanzas compartidas es que es más ecológico. No será bueno solo para tu bolsillo, sino también para la protección del medio ambiente. Al reducir el numero de viajes de un profesional del sector, reduciremos las emisiones de CO2. Movilizaremos varias cargas en un mismo viaje.
Pero también tiene sus desventajas como podéis imaginar. La primera es la flexibilidad ya que este tipo de mudanzas requieren mucha por tu parte. No partirá solo cuando se haya completado tu carga en la furgoneta o contenedor, tendrás que esperar hasta que tu compañero también lo haga. Las empresas de mudanzas ofrecen fechas estimadas que suelen cumplir, pero es posible que se modifiquen.
Otra desventaja es la fecha de llegada que varia mucho. Si llegas a cabo una mudanza compartida terrestre, es posible que tarde varios días en arribar al destino. Dependerá de la cantidad de paradas intermedias que existan entre ambos puntos (tuyas o de otra persona). Si es por vía marítima, hay que sumar el tiempo de las embarcaciones en las escalas y del trasportista en los puertos intermedios.